Después de un viaje en coche sin paradas, los riñones del abuelo Simpson explotan y sólo Homero puede salvarle la vida donándole uno de los suyos. Asustado por la operación, Homero huye del quirófano e intenta tranquilizar su conciencia y calmar los remordimientos que siente después de negarse a ayudar a su padre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario